Conocer el (ROI) es saber internamente donde fue invertido cada centavo y de qué forma está colaborando con el crecimiento de la empresa.
Cuando el objetivo es profesionalizar la administración empresarial, innumerables métricas son apropiadas. Verificar los resultados es tan importante como mantenerse vivo en el mercado, porque una cosa prácticamente depende de la otra.
Dentro de todos los indicadores, el ROI es uno de los más relevantes y versátiles, toda vez que puede ser utilizado por diversos sectores de la empresa. Con este es posible analizar el rendimiento obtenido a partir del valor invertido, un dato fundamental en los proyectos de TI, que demandan altas cantidades de dinero para su desarrollo en las organizaciones.
Al ser dinámica, la TI presenta muchas posibilidades comerciales: Internet de las Cosas (IoT), Machine Learning (Aprendizaje Automático), Blockchain (Cadena de Bloques), Inteligencia Artificial y otras variedades, cada vez más importantes para la supervivencia de la empresa en el actual (y competitivo) mercado, independientemente del área de acción.
Son cada vez mayores las posibilidades y también las ventajas de la adopción de recursos tecnológicos. Sin embargo, antes de comenzar en la carrera por la innovación, es necesario responder algunas preguntas: ¿Cuál será la inversión de tiempo y dinero, por qué es importante para el negocio y cuál será su retorno? De nuevo, el ROI está entre los protagonistas.
Algunas técnicas ayudan a optimizar el ROI, aumentando las posibilidades de retorno y las oportunidades de ser aprobados los proyectos de TI. Para comenzar, es fundamental estipular que los sistemas de tecnología sean integrados. Especialmente en grandes empresas, con muchos empleados, la sencilla unificación puede llevar hacia gigantescos ahorros.
Cualquier aumento de tiempo, por mínimo que sea el gasto en la necesidad de consulta, acceso o administración de sistemas diferentes, lleva a una pérdida de tiempo y recursos todavía mayores a largo plazo. Por ejemplo, contar con sistemas que dispongan datos variados en dashboards es todavía otro factor que resulta en el ahorro de los recursos, posibilitando la agilidad en la toma de decisiones.
Entre las mediciones que favorecen al propio ROI está el Costo Total de Propiedad (TCO, por sus siglas en inglés Total Cost of Ownership). Con este, resulta más fácil encontrar el costo de una inversión inicial, así como los costos totales que se irán a presentar a lo largo de su ciclo de vida, siendo así posible el retorno en los proyectos de TI.
El cálculo auxilia a la empresa en verificar si un ahorro inicial vale la pena, o si las demandas que puedan surgir repercuten en el proceso a largo plazo, para así evaluar todas las alternativas posibles.
Otra forma de utilizar el ROI a favor de la TI, es validando los costos de los colaboradores afectados directa o indirectamente por problemas de infraestructura en el área, sumando a estos los costos de orden laboral que todavía existen en la manutención de ese contrato.
Con ello, conocerás exactamente cuánto cuesta mantener a cada colaborador, inclusive para verificar la posibilidad de su integración en el área de TI dentro de la empresa, con el fin de automatizar tareas manuales y aprovechar mejor a los colaboradores con tareas más estratégicas, generando así ahorros a gran escala.
Acciones operacionales como esas, ayudan a elevar el ROI en TI dentro de la organización, y evitan que los responsables caigan en trampas que impidan el mejor retorno sobre la inversión.
La primera de ellas es la tentación de solamente considerar el costo/beneficio a ser alcanzando con determinado proyecto. Para el 2019, en Brasil ya existe la proyección 5% mayor de inversión en tecnología. Por ello, comprobar su eficiencia a través de números y análisis puede ser fundamental.
Profesionales de TI han buscado cada vez más conocimiento en el área financiera para justificar los proyectos sugeridos y valorizar al departamento interno de TI, que es caro y que según los especialistas, no tenían la cultura de justificar sus costos, por no presentar mediciones que a largo plazo fundamenten el trabajo.
Otro cuidado relevante a considerar es la realización de los trabajos de forma colaborativa. O sea, es importante que los departamentos de la empresa conversen entre sí, para determinar las mejores formas de alcanzar resultados y entender cómo sufragar las expectativas de todos los relacionados, estableciendo objetivos mensurables.
Además de eso, es recomendable separar los proyectos por el grado de importancia, tamaño y costo. Cuidados y técnicas como las aquí presentadas, vuelven al ROI una posibilidad que agrega valor dentro de las empresas pues, al final, conocer el retorno sobre cada centavo invertido es el sueño para cualquier administrador.